PROYECTO EXPOSITIVO

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Archivo histórico para la Categoría ‘kiev’

miércoles 28 noviembre 2012

Volunteers come forward!

Un excelente documental sobre el batallón 731 del que tantas veces he hablado por aquí.

 

martes 06 noviembre 2012

Expo Torrente

Un pequeño montaje musical con las fotos que Angel Manso hizo de mi exposición en el Torrente de Ferrol hace ya casi un año.

lunes 29 octubre 2012

Fotografiando al Batallón 731

Ya os he hablado de ellos en alguna ocasión por aquí. Os pongo un vídeo en donde se me ve retratando a uno de esos maltrechos héroes en Kiev con motivo del 25 aniversario del accidente. Pasar un día con ellos ha sido una de las cosas que más me han marcado.

 

 

 

domingo 28 octubre 2012

El viaje

Es bastante habitual que algunas personas que pretenden viajar a Chernóbyl contacten conmigo para pedirme consejo o información. Dependiendo de las intenciones de cada cual yo intento ayudar en lo que puedo. Intento también ser realista a la hora de informar a la gente sobre la manera de hacer las cosas antes y durante el viaje. Todo ello basado únicamente en mi humilde experiencia. No es este un viaje “corriente” y aquí más que nunca hay que tener atados y bien atados algunos conceptos.
Lo primero que trato de hacer en todos los casos es intentar convencer a mi interlocutor para que desista de su idea argumentando los conocidos problemas de seguridad, corrupción, etc que hay en la zona. Cuando uno está en la zona de exclusión casi siempre depende de terceras personas. Uno está allí completamente desamparado y su integridad depende de un guía al que, en la mayoría de las ocasiones, sólo le interesa salir de allí lo antes posible y cobrar su dinero a mayor o igual velocidad. En mis cinco viajes a la zona he tenido tres guías distintos. El mejor, sin duda, ha sido Yuri Tatarchuk. Probablemente la persona en el mundo que mejor conoce la zona de exclusión y los entresijos necesarios para poder moverse por allí con cierta independencia. Yo ya había oído hablar de él antes de mi primer viaje pero por aquel entonces creía imposible que algún día fuera a ser mi compañero de aventuras. Todo un lujo sin duda.
Pero las emociones más fuertes no las he encontrado en Prypiat ni en la propia central accidentada. Fue el contacto con las personas que vivieron la tragedia lo que de verdad me marcó. En Kiev, en Slavutich, etc. Ahí conocí a los verdaderos protagonistas de mi historia y por ellos partí desde Coruña hasta Kiev en un penoso viaje en tren. Lo fácil sería irme en avión y, tras pagar una suma indecente de dinero, contratar a un guía para que me diese una vuelta por Prypiat y allí hacerme las fotos de rigor para presumir de “viajero extremo” con mis amigos de Facebook. Pero yo sabía que si iba allí era por ellos. Por eso mi peregrinaje en tren. Por eso volví cuatro veces más.
Así que si queréis ir allí con ese mismo espíritu, me tenéis a vuestra disposición. Si vais buscando otras cosas o, simplemente no sabéis ni a lo que vais, yo no soy vuestro hombre. Espero sepáis disculparme.

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sábado 27 octubre 2012

Miedo!!

Probablemente el momento de mi vida en el que más miedo he pasado. Llevaba toda la mañana caminando solo por Prypiat con ese silencio ensordecedor que siempre reina en la ciudad. Subí a un instituto a hacer unas fotos y decidí grabar un pequeño video con mi cámara. Había visto hacía unas horas excrementos y huellas de perros y jabalíes por allí cerca. Y, como es lógico, no estaba en el mejor sitio para un encuentro con esos animales tan poco amigables y tan poco acostumbrados a la presencia humana. Como decía, empecé a grabar un video y de pronto sentí muy cerca (aunque en el video se oye mucho más lejano…) el furioso ladrido de un perro. El miedo me invadió y empecé a correr hacia la calle completamente aterrado sabiendo que en cualquier momento podía encontrarme con los animales. En esos momentos sólo pensaba en que ese perro vivían en un entorno altamente contaminado por la radiación y que el hospital más cercano estaba a más de 150 kilómetros de allí. Por suerte nada malo ocurrió y esa misma tarde, en la pequeña cantina del pueblecito de Chernóbyl anestesié mi susto con media botella de vodka.